sábado, 23 de febrero de 2013

La Lengua y otros aspectos de ésta, según Saussure


La Lengua.
Según Saussure la lengua es un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esas facultades en los individuos. Es de naturaleza homogénea: es un sistema de signos en el que solo es importante la unión del sentido y de la imagen acústica, y donde las dos partes del signo son igualmente psíquicas
Al ser un sistema de signos expresan ideas al igual que la escritura, el alfabeto de los sordos mudos, las normas de cortesía etc. Solo que la lengua es el más importante de todos.
Como vimos, desde el punto  saussureano,  la lengua tiene un carácter social; es en el seno de una sociedad donde se puede adquirir, este carácter social la diferencia del lenguaje mismo al que él considera como particular e individual. Al ser de carácter social un individuo no puede crearla ni modificarla por sí solo, solo existe cuando los miembros de una sociedad han convenido en adoptar un sistema de signos para comunicarse.
Cuando Saussure expresa que es un sistema de signos en el que solo es importante la unión del sentido y la imagen acústica deja fuera del ámbito de la lengua otros procesos que intervienen en el lenguaje y es mas radicar, señala que no solo la lengua puede prescindir de esos elementos, sino que solo es posible si estos elementos no interfieren.
Por sentido se refiere al conjunto de conceptos o hechos de conciencia localizados en el cerebro y por imagen acústica se refiere a las representaciones de los signos lingüísticos también localizados en el cerebro por lo que se produce un fenómeno totalmente psíquico. Viéndolo así, Saussure separa la Lengua del habla en la que sí intervienen otros procesos como el físico.
Como pudimos ver, Saussure pretende delimitar la lengua, quitando de su lado todo elemento que él considera accesorio y que solo pueden entorpecer el estudio de ésta. De una manera u otra prepara la lengua para que sea el único objeto de estudio de la lingüística.
El signo lingüístico
Saussure define el signo lingüístico como la combinación del concepto y la imagen acústica. Como vimos anteriormente, estos dos procesos se dan en el cerebro por lo que es una entidad psíquica de dos caras a las que él llama concepto e imagen acústica y que más tarde la denominará significante y significado.
Según Saussure el signo presenta dos principios: la arbitrariedad del signo y su carácter lineal.
La arbitrariedad: El signo lingüístico es arbitrario, inmotivado. La relación que existe entre el significante y el significado no es necesaria si no convencional. Así el concepto que expresa la palabra casa (significado) no tiene ninguna relación natural con la secuencia de sonidos [ kása ] (significante); La asociación es el resultado de un acuerdo  entre los hablantes de una misma lengua. La prueba está en que en otras lenguas diferentes se emplean palabras totalmente distintas para referirse al mismo concepto (Casa-Español; House-ingles; Mison. francés)
 
Su carácter lineal: como el significante es de naturaleza auditiva se desenvuelve en el tiempo únicamente, tomando así los caracteres del tiempo. Saussure lo diferencia de los significantes visuales por ejemplo, que pueden ofrecer complicaciones que acurran al mismo tiempo en varias dimensiones.
Desde otro ángulo F S nos advierte que la palabra arbitrario  no debe alimentar idea de que el significante depende  de la libre elección del hablante ya que, no está en mano del individuo propiciar cambios en el signo una vez que este haya sido establecido por un grupo lingüístico; es decir, la arbitrariedad de un signo no depende en nada de los cambios que quiera efectuar el hablante en él ya que, una vez establecido en un código lingüístico permanece. 
Inmutabilidad y mutabilidad del signo lingüístico.
Según Saussure  el signo lingüístico no aparece elegido libremente con relación a la comunidad lingüística que lo emplea, más bien es impuesto. Un individuo es incapaz de modificar en un ápice la elección hecha por la comunidad hablante, pero tampoco la misma masa puede hacerlo ni siquiera sobre una palabra; está atada a la lengua tal cual es
 Esto quiere decir que la lengua se presenta como algo que es impuesto y que el hablante individual, en el momento en que la recibe y aprende, no la puede modificar a su antojo; más bien, la debe aceptar tal cual es ya que la lengua se presenta como una herencia social de la generación precedente. En este punto sincrónico, la lengua es  inmutable y no hay la más mínima pasibilidad de que el hablante la transforme  a su conveniencia, pues su capacidad comunitaria ya sería nula.
 
Con respecto a la mutabilidad plantea que el tiempo que asegura la continuidad de la lengua tiene otro efecto, en apariencia contradictorio con el primero: el de alterar  más o menos rápidamente los signos lingüísticos. Una lengua es radicalmente incapaz de defenderse contra los factores que desplazan minuto tras minutos la relación entre significado y significante. Esto quiere decir que el signo es mutable en tiempo (diacrónicamente) ya que, como fenómeno social está sujeta a cambios, a modificaciones, a evolución, tanto de sus significantes como de sus significados.
En conclusión, con relación a la mutabilidad lo que Saussure quiere decir es que la lengua se transforma sin que la masa hablante intervenga en esta transformación.

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