domingo, 24 de febrero de 2013

Relación entre las estructuras que conforman un discurso: la microestructura, macroestructura y superestructura.


Relación entre las estructuras que conforman un discurso: la microestructura, macroestructura y superestructura.   

Analizar o producir un discurso desde la perspectiva de la lingüística textual o discursiva es una tarea compleja ya que hay que determinar, para que el análisis sea exhaustivo, la microestructura, la macroestructura y la superestructura. Éstas, vistas de este modo, parecen estar separadas entre sí, pero cuando se realiza el escrutinio del texto nos damos cuenta que son interdependientes, esto es, que se reclaman. A continuación veremos cómo se relacionan y porqué no se puede hacer el análisis o la producción  de la macroestructura, por ejemplo, sin antes determinar cuáles son los elementos que le dan cohesión, coherencia y elegancia al discurso.


               La microestructura, como su nombre lo indica, forma parte de una estructura más amplia y se refiere a las relaciones léxicas y referenciales que se dan en un texto y que permiten dar coherencia y  cohesión al mismo, esto es, que las proposiciones que forman el discurso están relacionadas entre sí mediante diversos procedimientos lingüísticos que permiten que cada enunciado sea  interpretado en su relación con los demás por lo que es necesario que el texto este bien estructurado en este nivel para que pueda ser comprendido a plenitud y pueda determinarse cuál es la idea global  y la intención con que fue  producido.

 Claro está, que cuando pasamos a determinar la idea general de un texto ya no nos referimos a la micro, sino, a la macroestructura semántica.   Esta  alude al significado global del texto, y se construye a partir de las ideas principales que se van desarrollando párrafo a párrafo. Expresa, por así decirlo, una comprensión global a partir de comprensiones particulares.

Llegar a la macroestructura de un texto implica un seguimiento por parte del que lee, de la ilación del discurso que va desarrollando el locutor. Una buena compresión de esta relación lineal permitirá una mejor comprensión del texto.

La superestructura, por su parte,  se refiere a la estructura esquemática global del texto a la que la macroestructura se adapta, es decir, que  cuando escribimos un texto lo hacemos con una intención y esta intención determina, en cierto modo, el tipo de estructura esquemática al que se ajustará. Por ejemplo, si mi intención es convencer a alguien de que una idea que tengo es la correcta necesariamente tendré que dar argumentos validos para lograrlo. Esto me sugiere que debo enmarcar mi texto, consciente o inconscientemente dentro de una estructura argumentativa, o sea, una introducción donde presente mi tesis, argumentos para defenderla y una conclusión donde reafirme la idea que señalé al principio. 

En esencia, para analizar o producir un texto debo tener en cuenta la relación lineal que se presenta en los enunciados o los párrafos que lo forma con miras a escribir o comprender una idea global clara que se enmarque en una estructura esquemática adecuada y relacionada con la intención del discurso.      

 

 

 

Teoría de la mente y desarrollo de las inteligencias (síntesis)


          Teoría de la mente y desarrollo de las inteligencias (síntesis)

              Hay un debate planteado en las ciencias cognitivas entre las teorías modulares y las constructivistas. La constructivista entiende que la mente constituye un sistema unitario con el que captamos, operamos y resolvemos cualquier problema, la mente es una estructura, sistema o mecanismo de carácter o propósito general, y  por tanto independiente y a la vez competente en cualquier  contenido concreto de aprendizaje. Esta concepción es propia de las posiciones asociacionistas y conductistas, también pertenecen a esta posición, aunque con algunas diferencias, la epistemología genetista de Piaget y la sicología histórico-cultural de Vygostsky. En La teoría modular, la mente estaría constituida por un conjunto de módulos especializados, sistemas funcionales, memorias diversas e inteligencias múltiples. Cada módulo es específico y especializado en un tipo de proceso y actividad.

          Las teorías sicológicas que durante el siglo XX han fundamentado la teoría práctica pedagógica, concretamente en educación especial, han conceptualizado la mente como una capacidad de dominio general. El retraso mental o deficiencia mental viene caracterizado como una limitación o deficiencia en la capacidad intelectual general.

Modularidad y constructivismo de las funciones mentales.

              La modularidad es entendida de forma distinta en las diferentes teorías aunque coinciden en algunos puntos. La caracterización de la modularidad va desde planteamientos más fijamente innatistas, suponiendo módulos encapsulados y fijos, como la teoría de Fodor a otras posiciones más constructivistas, en la que el módulo está más abierto a influencia del entorno.

           Para Fodor la arquitectura funcional de la mente está formada por facultades horizontales más holísticas o centrales y facultades verticales o más modulares que están especializadas en percibir y procesar informaciones pertenecientes a dominios específicos, sean sonidos  verbales, musicales, caras, etc. Según Fodol, la mente está constituida por módulos genéticamente especializados, con funcionamientos independientes y paralelos que procesan información de una naturaleza distinta y especifica de dominio.

            Por otro lado, las teorías de las inteligencias múltiples de H, Gardner es una teoría modular de la mente. Considera la inteligencia como las capacidades necesarias para resolver problemas o elaborar productos valiosos en un contexto cultural en una comunidad.

          El debate entre modularidad-holismo de la mente se centra, principalmente en el estudio del lenguaje: para una teoría, la adquisición del lenguaje es el resultado del desarrollo o ejercicio de una capacidad de dominio general, para otra, la actividad lingüista se debe a una capacidad, facultad u ¨órgano  lingüístico¨ de dominio específico. Para autores como Fodor, Chonsky y Pinker, el lenguaje es el ejemplo prototípico de la modularidad de la mente, entienden que el ser humano viene al mundo con unos sistemas neurales preparados para el lenguaje.

Cabe destacar que las diferentes teorías sobre la mente tienen algo de validez en algún campo específico, por lo que no podemos descartarlas; unas funciones mentales son más modulares, mientras que otras son más flexibles, más constructivistas.

 

Teoría de la mente: caracterización y desarrollo.

         Debemos destacar que el niño no nace como una pantalla en blanco donde escribe todo tipo de experiencias a lo largo de su desarrollo; viene al mundo dotado  de unas predisposiciones o programaciones que definen los aprendizajes posibles. Desde el nacimiento, los niños procesan de manera distinta las informaciones procedentes del entorno humano o del entorno físico.

            En torno al año, los niños realizan interacciones comunicativas con cierta intencionalidad; hacia el año y medio, los niños desarrollan la capacidad simbólica y los juegos de ficción.  A la edad de tres años no resuelven correctamente el problema de las falsas creencias y responden en función de las situaciones reales que ellos conocen.

          Desde otro ángulo, se plantea la interrogante de si niños con deficiencias mentales muestran, también algún tipo de especificidad en la construcción de las teorías de la mente. Se toma como ejemplo el autismo cuyos síntomas son: la anormalidad en la relaciones con otras personas, deficiencia en el desarrollo del lenguaje y, más aun en la capacidad para comunicarse, ausencia de juegos de ficción espontáneos y obsesión en movimientos, rutinas o intereses estereotipados.

 

La teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg.

      Esta teoría propone un modelo tridimensional para comprender y desarrollar la inteligencia. Las tres dimensiones son:

 Componencial: la inteligencia se relaciona con el mundo exterior del individuo identificando los procesos en un comportamiento inteligente. Está integrada por tres tipos de procesos mentales: los metacomponentes, los componentes de ejecución y los componentes de adquisición de conocimientos.

Experencial o creativa: especifica los procesos que tienen lugar cuando las personas se enfrentan a situaciones más o menos novedosas en los diversos contextos a lo largo de la vida: Considera dos tipos de procesos: los que posibilitan enfrentarse a situaciones novedosas demandando respuestas creativas; y los que implican automatización de los procesos mentales.

Contextual o práctica: relaciona la inteligencia con el mundo exterior del individuo, identificando tres tipos de actividades que caracterizan la conducta inteligente: la adaptación al ambiente, la transformación del ambiente y la selección del ambiente, poniéndose énfasis en la relación del sujeto con el entorno, analizando la conducta inteligente en un contexto dado.

La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner.

         Es una teoría modular de la mente que Considera la inteligencia como las capacidades necesarias para resolver problemas o elaborar productos valiosos en un contexto cultural o en una comunidad determinada. Gardner, cuestiona los usos de tests para medir la inteligencia y plantea la conveniencia de utilizar métodos con más validez ecológica que recojan información en contextos culturales. Presenta ocho tipos de inteligencias. A saber:

La inteligencia lingüística: es aquella  que tienen los escritores, los poetas, los buenos redactores. Utiliza ambos hemisferios del cerebro. Cuatro procesos complejos interrelacionados conforman la base neurológica de esta inteligencia: la semántica, el examen del significado que universalmente se considera que es central para el lenguaje; la fonología. Los sonidos de las palabras y sus interacciones musicales; la sintaxis, las reglas que gobiernan el orden de las palabras y sus inflexiones y la pragmática.

La inteligencia lógico-matemática: consiste en la comprensión del número y de las operaciones relacionadas con el número, tiempo, espacio y casualidad. La inteligencia lógico-matemática también cumple los requisitos neurobiológicos.

Inteligencia espacial: se refiere a la capacidad para percibir con exactitud el mundo visual para realizar transformaciones y modificaciones a las percepciones iníciales y para recrear aspectos de la experiencia visual propia incluso en ausencia de estímulos físicos apropiados. Es la inteligencia que tienen los marineros, pilotos, ingenieros, cirujanos, escultores, arquitectos, decoradores y diseñadores.

Inteligencia naturalista: utilizada cuando se observa y estudia la naturaleza, con el motivo de saber organizar, clasificar y ordenar. Es la que demuestran los biólogos o los herbolarios. Esta inteligencia no sólo existe en los estados finales de biólogos y naturalistas propiamente dichos, sino también en muchas otras actividades como por ejemplo, la caza, la pesca, y la ganadería. Otro aspecto importante en esta inteligencia es su interdependencia con respecto a otras.

Inteligencia musical: es la capacidad de expresarse mediante formas musicales. Esta capacidad incluye habilidades en el canto dentro de cualquier tecnicismo y género musical, tocar un instrumento a la perfección y lograr con él una adecuada presentación, dirigir un conjunto, ensamble, orquesta; componer (en cualquier modo y género), y en cierto grado, la apreciación musical.

Inteligencia cinético-corporal: capacidad de utilizar el propio cuerpo para realizar actividades o resolver problemas. Es la inteligencia de los deportistas, artesanos, cirujanos y bailarines.

Inteligencia interpersonal: es la capacidad de las personas para percatarse del estado de ánimo de los demás, las motivaciones y sentimientos, deseos y expectativas.  En esencia tiene que ver con la capacidad de entender a otras personas y trabajar con ellas.

Inteligencia intrapersonal: es la capacidad de conocerse así mismo y conocer a otros; está orientada hacia el conocimiento de la identidad personal, los propios pensamientos y sentimientos, las fortalezas y debilidades y las competencias y defectos.

 

Programa para el desarrollar la inteligencia práctica en la escuela.

        El autor plantea que lo programas escolares basados en la teoría de las inteligencia múltiples de Gardner y la teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg  son los más idóneos para enseñar-aprender a comprender. Se parte de cuestionar la concepción tradicionalista de la inteligencia como capacidad mental general proponiendo una teoría modular de la mente.

         Mediante este programa, los alumnos aprenden a reconocer y desarrollar diferentes aspectos de su propia inteligencia. Asimismo, aprenden a mejorar su inteligencia práctica y añadirles nuevas dimensiones con el fin de aumentar su rendimiento escolar. Este programa define el conocimiento tácito como el conjunto de reglas que establecen el modo de hacer las cosas y comportarse en un ambiente determinado.

          Los objetivos de este programa son: ayudar a los estudiantes a identificar y definir problemas por sí mismo; enseñar a los alumnos a plantear estrategias  eficaces papa resolver los problemas; enseñar a encontrar recursos necesarios para la solución de problemas, Indicando y organizando lo que considera necesario para alcanzar los objetivos; Procurar que los alumnos asimilen técnicas de autoevaluación y  ayudar  los alumnos a establecer las conexiones entre los diferentes temas de estudios en la escuela y entre la vida escolar y extraescolar, valorando la escuela y los aprendizajes que se requieren.

           El programa se estructura en cinco módulos: una introducción general que considera las nuevas perspectivas sobre la inteligencia, sobre la base de las teorías de Gardner y Sternberg; lectura comprensiva, escritura expositiva, planificación y realización de las tareas para casa, preparación de los exámenes y utilización de los feedback  o retroalimentación, procedentes de los mismos para alcanzar los resultados.

 

 

 

sábado, 23 de febrero de 2013

EL MORFEMA DESDE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA


 

   
                                      Introducción
 Tradicionalmente se ha considerado la palabra como unidad mínima de la lengua. Muchos lingüistas se dejaron persuadir por esta concepción griega, sin embargo, se ha demostrado que existe otra unidad más pequeña de la lengua que posee significado: el morfema.

 Lingüistas como Hockett, Rocas, García Molina y otros  tratan el tema en cuestión aportando sus puntos de vistas.

  Ahora bien. ¿Están de acuerdo estos  lingüistas  en cuanto al tratamiento  que debe dársele a esta unidad?  ¿Tratan el tema con igual profundidad?  ¿Lo designan con el mismo nombre? Trataré de dar respuestas a estas y otras interrogantes en el ensayo sobre el morfema que presento a continuación.

 
El morfema.


El morfema es tratado desde diferentes puntos de vista, su conceptualización y estudio depende de la escuela lingüística que lo presente. A continuación presentamos las consideraciones de algunos lingüistas con relación al tema mencionado.

     José Roca Pons, en su libro ¨Introducción a la gramática¨ no nos ofrece una visión del todo clara de la concepción que tiene del morfema. Se centra, principalmente, en presentar las ideas  de los lingüistas americanos y los europeos con relación al tema.

     Señala que la lingüística europea divide la forma gramatical (entiendo que se refiere a la palabra) en semantemas y morfemas. Los semantemas, dice, ¨son los elementos lingüísticos o gramaticales que expresan una idea o representación léxica¨ y por morfema entiende ¨los portadores de una significación más general y abstracta, que corresponden a lo que tradicionalmente ha venido llamándose los accidentes del nombre y del verbo o, en un sentido más general, se extiende a toda clase de derivativo, obtenidos  por afijos, etc.¨ Considera a estos dos elementos, no importando el punto de partida, como portadores de significados. Para afianzar su postura presenta la idea que tiene  Vendryes (Lingüista francés. Profesor de la Sorbona y director de estudios de filología céltica en la Escuela de Altos Estudios) en su obra ¨Le Languaje¨  así como la de Hjelmslen  y otros lingüistas tanto europeos como americanos.

       Podemos ver entonces, que el semantema que presenta Roca coincide con el concepto de morfema lexical que tenemos nosotros y el morfema propiamente dicho,  con el morfema gramatical. De este modo, no pone en contradicción el punto de vista americano y el europeo con relación a la unidad mínima significativa, solo podemos apreciar una diferencia de nombres. El mismo señala: ¨Tal como hemos visto más arriba, por morfema se entiende, entonces, la unidad mínima significativa¨ refiriéndose a los distintos nombre con que se designa este concepto que al final realiza la misma función y posee las mismas características.

       Por otro lado, presenta las diferencias entre semantemas y morfemas; estos últimos, ¨ afectan  ciertas categorías  generales y abstractas-género, etc.  O en un sentido más amplio, determinadas clases de nombres o verbos¨ mientras que lo semantemas¨ expresan por una parte concretos léxicos, y por la otra, a ciertas categorías generales también como el sustantivo y el adjetivo¨.

       Podemos ver aquí una diferenciación parecida a la que nosotros hacemos ente morfema lexical  y morfema gramatical, en lo que no estoy de acuerdo, es en que lo semantemas se opongan a los morfemas, como él señala, mas bien, entiendo que se complementan ya que ambos son portadores de significados y se reclaman entre sí para expresar un una idea completa, claro, que lo morfemas libres no necesitan un morfema gramatical  trabado para tener toda su carga semántica, pero no son la mayoría.

 

         Para los lingüistas Bartolo García Molina, Julio de los Santos y Rafael Núñez el morfema es toda unidad lingüística poseedora   de alguna carga significativa o poseedora de un contenido informativo. Dicen: el morfema es una unidad significativa que siempre tendrá como propósito ofrecer informaciones,  (subrayado mío), vinculadas a la estructura formal de la palabra o a los aspectos funcionales de la misma. Podemos ver aquí un elemento nuevo o por lo menos no visto en las demás definiciones y es la capacidad informativa que le atribuyen estos autores al morfema. Estoy de acuerdo con ellos en este sentido, aunque entiendo que la mayor capacidad informativa la poseen los morfemas gramaticales flexivos y derivativos. Aunque el morfema lexical también nos da información, por poseer la mayor carga semántica, creo que se presta más para expresar el significado del morfema que para dar una información.

       Desde otro ángulo estos autores sostienen que algunos morfemas lexicales y gramaticales pueden constituirse en palabras por estar formado por un solo morfema, es decir, poseen una estructura monomorfemática, sin embargo advierten que en unos casos pueden ser palabras y en otros morfemas, todo depende de cómo se le dé el tratamiento, por ejemplo, será un morfema si se estudia como el lexema: veamos la palabra arbolito, en este sentido, al hacer el análisis morfemático (árbol-ito), árbol constituye el morfema lexical. Pero si aparece como núcleo del sujeto en una oración será una palabra (El árbol perdió sus hojas). Se puede decir, que en oposición a estos morfemas están aquellos que por sí sólo no pueden constituirse en palabras, sino que necesitan de otros morfemas (lexicales o gramaticales) para expresar un significado completo, es decir, son palabras polimorfemática.

 Clasifican los morfemas atendiendo a los siguientes criterios:

 a) Si son portadores o no de una carga semántica o conceptual: Lexemas y gramemas.

Siendo los lexemas¨ los portadores de los aspectos conceptuales básicos de cada palabra¨ y los gramemas,¨ morfemas no portadores de la base significativa de la palabra¨

 

b) Si presentan capacidad para constituirse o no en palabras por sí sólos: Libres o independientes y trabados o dependientes.

Son libres todos aquellos que no necesitan otro u otros morfemas para constituir palabras, o sea, los monomorfemáticos tratados más arriba, y trabados, los que necesitan unirse a otro u otros para constituir palabras. En este caso se refieren a las polimorfemáticas, tratadas también aquí.

 

 

 

c) Si poseen capacidad para formar familias de palabras: derivativos.

Son morfemas derivativos aquellos que aplicados a un determinado lexema, ofrecen matices o familias de palabras, teniendo como base conceptual el mismo morfema. D este modo se clasifican de la siguiente manera: de oficio, gentilicio, afectivo, despectivo diminutivo, colectivo, etc.

 

d) Si representan variaciones en la estructura léxica indicando marcas gramaticales o accidentales: flexivos o gramemas.

Son los que aplicados a un determinado lexema facilitan matices funcionales del mismo en el ejercicio del proceso de comunicación, es decir, Marcan relaciones gramaticales y accidentes gramaticales entre los diferentes participantes de una acción verbal o expresión nominal.

 

Indican el número, género, grado, modo, tiempo vocal temática persona, infinitivo, participio y gerundio de sustantivos, verbos y adjetivos  que son los tipos de palabras que poseen estos morfemas.

 

        Podemos ver que en los morfemas derivativos se incluye el diminutivo, entiendo que a partir del diminutivo no se forma una nueva palabra sino que se expresa la misma sólo que en reducción del tamaño real que tiene, por lo que no creo que este morfema gramatical deba incluirse en la categoría de derivativo sino más bien, en el de flexivo por lo antes señalado.

 

 Para Hockett, ¨los morfemas son los elementos mínimos con significado individual de las emisiones de una lengua¨ Entiendo que ¨emisiones de una lengua¨ es un segmento de la cadena hablada como una oración o una frase. También le agrega a esta definición más adelante: ¨que siempre se presenta exactamente con la misma configuración fonética¨

 

       Atendiendo a las interrogantes que se hace y los ejemplos que da, para que un trozo (como él le llama a una palabra o una parte de esta) pueda considerarse una forma gramatical debe aparecer con significados parecidos en otras palabras, de lo contrario no es un morfema, aunque plantea que por el hecho de aparecer con el mismo significado no necesariamente corresponde a un solo morfema.

 

       Podemos adelantar que para Hockett hay dos tipos de morfemas: aquellos que poseen una sola forma gramatical y los que paseen más de una. Entiendo  que los que poseen una sola forma gramatical coinciden con los que nosotros llamamos morfemas libre y los que tienen más de una con los que llamamos trabados. 

 

      Ahora bien, bajo cuáles criterios entiende que hay dos tipos de morfemas. Veamos:

Si una forma se puede descomponer en fragmentos más pequeños y aparecen por separados en otras emisiones con el mismo significado aproximadamente, de modo tal que el significado de toda la forma tenga alguna relación con el de los fragmentos más pequeños, la forma consta de más de un morfema, es decir es un morfema compuesto, en caso contrario, la forma consta de un solo  morfema. Entiéndase que por forma puede referirse a una palabra o una parte de ella.

 

         Hasta aquí no se nos presenta ningún inconveniente con la postura de  Hockett. Los dos tipos de morfemas bien se pueden sustituir, como ya dijimos, por lo que nosotros conocemos como morfemas libres y trabados, pero él plantea la existencia de otro morfema al que llama único.

¿Cómo se forma este morfema? Será único un morfema que aunque no figure en otro contexto, salvo en el de la palabra a que pertenece, por sí solo tiene un significado. Nos presenta el ejemplo de la palabra sólidos  la cual se puede descomponer en dos morfemas que pueden aparecer con el mismo significado en otras oraciones (sólido- s)  pero si dividimos el morfema sólido, como es de suponer, en sol-ido, sol no aparecería en ninguna otra emisión con significado parecido, su significado, tal como se presenta en esta palabra, está restringido a esa combinación. (Vemos aquí que sol no cumple con los requisitos para ser un morfema según las pruebas implementadas por Hockett por medio de interrogantes).

Este es un inconveniente que resuelve con facilidad: entiende que sol, independientemente de lo dicho anteriormente, tiene un significado ¨ lo que se hace en tales circunstancias es reconocer el elemento en cuestión como un morfema de un tipo, en cierto modo especial.

 

       Como vemos, Hockett incluye otro tipo de morfema que de ningún modo debemos confundir con el concepto de morfema libre que tenemos, el morfema libre puede ser monomorfemático,  y por ende constituirse en palabra,  en tanto aparezca solo, ejemplo, como núcleo del sujeto en una oración pero si aparece ligado a otro morfema para formar una nueva palabra, deja de serlo. El morfema único, en cambio, sólo puede aparecer en una palabra y jamás en otra con el mismo significado.

 

 

Bernard Pottier.

        Para referirse al morfema, este autor parte de la lexía, entendiéndose ésta como ¨la unidad lexical memorizada¨ de este modo se pueden distinguir tres tipos de lexías: simples, complejas o estables y textuales. Entiendo que son simples la palabras monomorfemáticas; complejas, las palabras derivadas y textuales, las frase hechas formadas por dos o más lexemas independientes.

 

 

        De un modo más general, reduce el número de lexía a dos: ¨ las que poseen uno o varios morfemas lexicales acompañados de morfemas gramaticales y las que están compuestas sólo por morfemas gramaticales¨

 

       Podemos observar que para este autor el concepto de lexía abraca sólo a la palabra y a los morfemas gramaticales que nosotros  llamamos libres y que por si sólo se constituyen en palabras. Partiendo de estas consideraciones, los morfemas vienen a ser los componentes de las lexías, especialmente de las simples y las complejas ya que las lexías textuales están formadas por dos o más  palabra y a cada una puede hacérsele un análisis morfemático por separado.

 

     Reconoce dos tipos de morfemas: los lexicales, que ¨se puede conmutar con un número muy elevado y no definido de otros morfemas¨, y los gramaticales, que sólo ¨se pueden  conmutar con un número restringido y definido de morfemas.¨  ¨Los morfemas gramaticales pueden  estar obligatoriamente ligados a un morfema lexical o estar libres.

 

Por otro lado, el autor nos explica cómo se forman las palabras con morfemas lexicales. Para esto nos señala los diferentes tipos de morfemas gramaticales que se añaden a los lexemas para formar nuevas palabras.

Veamos:

-Morfemas gramaticales semiautónomos: millonario- superhombre…

- Morfemas gramaticales cuantitativos integrados. Con in y re: indescriptible- rebién.

-Morfemas gramaticales cuantitativos que corresponden a los relatores: sobrecarga-encajar-demostrar.

-Morfemas gramaticales de aspectos: grabador-papelería.

-Morfemas gramaticales cuantitativos (diminutivo y aumentativo).

-Morfemas gramaticales de concordancia: comería-n –amable-s

 

Pottier nos ofrece una clasificación de los morfemas gramaticales atados, que si la comparamos con la que hace Bartolo García, dejaría mucho que desear ya que García nos presenta una clasificación más exhaustiva y organizada.

 

Jesús Collado.

Para este autor el morfema es la mínima unidad abstracta dotada de sentido, la forma mínima significante que no admite división sin que destruya o altere el significado.

          El morfema es siempre una clase de morfo, entendiéndose por morfo, cualquier segmento de la cadena hablada que tenga significación, sin embargo, ve un inconveniente en la descripción donde morfema se refiere a la clase o tipo y morfo a la unidad concreta.

 

        Por otra parte expresa que los morfemas pueden ser silábicos o no; es decir pueden estar formados por una o varias silabas o sólo por un fonema como es el caso de la  s marca del plural.

 

        Divide los morfemas en libres y ligados. Considera libre aquellos que se pueden emplear solos por tener sentido completo. Entiendo que se refiere a los morfemas lexicales y gramaticales con capacidad de constituirse por sí solos en palabra; o sea, los monomorfemáticos. Los ligados son aquellos que sólo pueden emplearse en unión con otro libre o en combinación con morfemas libres. En este caso Los morfemas ligados serian las flexiones y derivaciones que él llama prefijos, infijos y sufijos.

 

          Vemos que Collado se limita a presentar los morfemas bajo un solo criterio, por lo que podemos deducir que para él son libres todos los morfemas lexicales constituyan o no palabras. Me explico: Si tenemos el morfema lexical niñ-o, este también sería libre ya que presenta como trabados sólo los prefijos infijos y sufijos.

 

         Los lexemas son tratados de manera independiente por este autor, los considera como ¨las distintas clases de unidades significativas de sentido completo capaces de funcionar morfológicamente con independencia de otra u otras unidades significativas¨. Los lexemas se materializan en el discurso mediante unidades concretas llamadas lexos; por lexo entendemos ¨cada uno de los morfos que tienen sentido completo y que pueden funcionar así en el idioma es lo que más arriba hemos llamado morfos libres¨ ¨Un lexo puede constar de uno o más morfos; cuando consta de varios morfos, es que ninguno de estos es libre.

 

         Si los lexos son cada uno de los morfos que tiene sentido completo, (es decir, no necesitan de ninguna otra estructura para expresar un significado completo) y coinciden con lo que él llama morfema libre ¿Por qué cuando un lexo está formado por varios morfos ninguno de estos son libres? Podré estar errado pero entiendo que aquí hay una contradicción.

 

 
Conclusión

        El morfema es la unidad mínima de la lengua con significado. Así lo demuestran los autores tratados en este ensayo a través de sus ponencias no importando el nombre con se trate (semantema, morfema…).

        Desde otro ángulo, estoy de acuerdo con Bartolo García y otros en cuanto al carácter informativo que le atribuyen al morfema. No puedo negar que el morfema, desde el punto de vista del discurso, ofrece informaciones tales como el género, el tiempo, el grado…Ahora bien, pudimos ver que García y otros incluyen el diminutivo dentro de los morfemas gramaticales derivativos como si al agregarle este sufijo a una palabra se forma una nueva y no es así, el diminutivo, como su nombre lo indica, al agregarlo a un morfema lexical nos presenta la misma palabra, sólo que reducida de tamaño, por lo que no estoy de acuerdo que se trate de un morfema derivativo, sino mas bien, de uno flexivo ya que el significado de la palabra no se altera.

    La misma observación puede hacérsele a Pottier que incluye el diminutivo entre los morfemas gramaticales cuantitativos (son cuantitativos solo el diminutivo y el aumentativo)   García incluye estos dos dentro de los derivados y aunque Pottier no hace referencia, por lo menos no con el mismo nombre, a los gramemas flexivos más bien el diminutivo encajaría en los que él llama morfemas gramaticales de concordancia.

 

  Por otra parte, Hockett plantea la existencia de un morfema único, como vimos. No estoy en total desacuerdo con él, pero los ejemplos del español que utiliza para justificar el morfema único (moche, troche, barlo, etc.) son poco comunes en habla, por lo que su uso, si no ha desaparecido, es muy limitado. Al no emplear otros ejemplos, me hace pensar que el inventario de estos morfemas es muy limitado o ya no existen en el habla. Esto me hace llegar a la conclusión de si debemos o no incluir estos morfemas en análisis morfemático.

 

 Bibliografía

 

 

 

García, Bartolo; De los Santos, Julio (2003) Morfosintaxis Funcional del Español. Editora Surco, Santo Domingo.

 

 
Hockett, Charles (1979) Cuso de Lingüística Moderna

Editora universitaria, Cuba.

 

 
Pottier, Bernard (1975) Gramática del Español.

Ediciones Acalá, Madrid.

 

 
Roca Pons, José (1986) Introducción a la Gramática.

Ediciones Revolucionaria, Cuba.

 

 
Collado, Jesús Antonio (1974) Fundamentos de Lingüística General

Editorial Gredos, Madrid.

 

 

La Lengua y otros aspectos de ésta, según Saussure


La Lengua.
Según Saussure la lengua es un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esas facultades en los individuos. Es de naturaleza homogénea: es un sistema de signos en el que solo es importante la unión del sentido y de la imagen acústica, y donde las dos partes del signo son igualmente psíquicas
Al ser un sistema de signos expresan ideas al igual que la escritura, el alfabeto de los sordos mudos, las normas de cortesía etc. Solo que la lengua es el más importante de todos.
Como vimos, desde el punto  saussureano,  la lengua tiene un carácter social; es en el seno de una sociedad donde se puede adquirir, este carácter social la diferencia del lenguaje mismo al que él considera como particular e individual. Al ser de carácter social un individuo no puede crearla ni modificarla por sí solo, solo existe cuando los miembros de una sociedad han convenido en adoptar un sistema de signos para comunicarse.
Cuando Saussure expresa que es un sistema de signos en el que solo es importante la unión del sentido y la imagen acústica deja fuera del ámbito de la lengua otros procesos que intervienen en el lenguaje y es mas radicar, señala que no solo la lengua puede prescindir de esos elementos, sino que solo es posible si estos elementos no interfieren.
Por sentido se refiere al conjunto de conceptos o hechos de conciencia localizados en el cerebro y por imagen acústica se refiere a las representaciones de los signos lingüísticos también localizados en el cerebro por lo que se produce un fenómeno totalmente psíquico. Viéndolo así, Saussure separa la Lengua del habla en la que sí intervienen otros procesos como el físico.
Como pudimos ver, Saussure pretende delimitar la lengua, quitando de su lado todo elemento que él considera accesorio y que solo pueden entorpecer el estudio de ésta. De una manera u otra prepara la lengua para que sea el único objeto de estudio de la lingüística.
El signo lingüístico
Saussure define el signo lingüístico como la combinación del concepto y la imagen acústica. Como vimos anteriormente, estos dos procesos se dan en el cerebro por lo que es una entidad psíquica de dos caras a las que él llama concepto e imagen acústica y que más tarde la denominará significante y significado.
Según Saussure el signo presenta dos principios: la arbitrariedad del signo y su carácter lineal.
La arbitrariedad: El signo lingüístico es arbitrario, inmotivado. La relación que existe entre el significante y el significado no es necesaria si no convencional. Así el concepto que expresa la palabra casa (significado) no tiene ninguna relación natural con la secuencia de sonidos [ kása ] (significante); La asociación es el resultado de un acuerdo  entre los hablantes de una misma lengua. La prueba está en que en otras lenguas diferentes se emplean palabras totalmente distintas para referirse al mismo concepto (Casa-Español; House-ingles; Mison. francés)
 
Su carácter lineal: como el significante es de naturaleza auditiva se desenvuelve en el tiempo únicamente, tomando así los caracteres del tiempo. Saussure lo diferencia de los significantes visuales por ejemplo, que pueden ofrecer complicaciones que acurran al mismo tiempo en varias dimensiones.
Desde otro ángulo F S nos advierte que la palabra arbitrario  no debe alimentar idea de que el significante depende  de la libre elección del hablante ya que, no está en mano del individuo propiciar cambios en el signo una vez que este haya sido establecido por un grupo lingüístico; es decir, la arbitrariedad de un signo no depende en nada de los cambios que quiera efectuar el hablante en él ya que, una vez establecido en un código lingüístico permanece. 
Inmutabilidad y mutabilidad del signo lingüístico.
Según Saussure  el signo lingüístico no aparece elegido libremente con relación a la comunidad lingüística que lo emplea, más bien es impuesto. Un individuo es incapaz de modificar en un ápice la elección hecha por la comunidad hablante, pero tampoco la misma masa puede hacerlo ni siquiera sobre una palabra; está atada a la lengua tal cual es
 Esto quiere decir que la lengua se presenta como algo que es impuesto y que el hablante individual, en el momento en que la recibe y aprende, no la puede modificar a su antojo; más bien, la debe aceptar tal cual es ya que la lengua se presenta como una herencia social de la generación precedente. En este punto sincrónico, la lengua es  inmutable y no hay la más mínima pasibilidad de que el hablante la transforme  a su conveniencia, pues su capacidad comunitaria ya sería nula.
 
Con respecto a la mutabilidad plantea que el tiempo que asegura la continuidad de la lengua tiene otro efecto, en apariencia contradictorio con el primero: el de alterar  más o menos rápidamente los signos lingüísticos. Una lengua es radicalmente incapaz de defenderse contra los factores que desplazan minuto tras minutos la relación entre significado y significante. Esto quiere decir que el signo es mutable en tiempo (diacrónicamente) ya que, como fenómeno social está sujeta a cambios, a modificaciones, a evolución, tanto de sus significantes como de sus significados.
En conclusión, con relación a la mutabilidad lo que Saussure quiere decir es que la lengua se transforma sin que la masa hablante intervenga en esta transformación.

domingo, 3 de febrero de 2013

Aplicación de las macro reglas al texto: Los niños de la Calle. Bartolo García Molina.2008 (Redacción. Método de organización y expresión del pensamiento, pagina 256)

Procedimiento a seguir

 
1-Se hizo un resumen del texto.
2-Se aplicó la supresión eliminando aquellas proposiciones que no fueran necesarias para mantener la macroestructura semántica del texto.
 
3-Se hizo generalizaciones al sustituir los nombres de los países mencionados y englobarlos en países latinoamericanos.
4-Se construyeron proposiciones nuevas manteniendo la coherencia y el sentido global del texto.
 

Los niños de la calle.

 
Al aplicársele las macroreglas al texto señalado dio este texto como resultado.
 
El maltrato al que son sometidos los niños indigentes de América Latina es alarmante. En Haití y República Dominicana han aumentado los casos de maltrato de estos niños aunque no a escala de otros países latinoamericanos. Parece ser que a la sociedad y a las autoridades no le importa el presente ni el futuro de ellos. Los padres no le prestan el cuidado necesario. En nuestro país todavía se puede remediar esta situación creando proyectos que involucren y que favorezcan a estos niños. Anexo.
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Resumen del texto:

 
 Los niños de la calle. En los últimos años, en Latinoamérica, se ha generalizado el maltrato y desamparo de los niños de la calle. En países como Brasil, Colombia, Argentina, etc. Se ha intensificado la persecución y posterior asesinato de estos niños. Acciones organizadas y pagadas, en ocasiones, por empresarios quienes argumentan que estos niños son un peligro para la sociedad. Pero no sólo en los países mencionados suceden estos casos; el fenómeno se ha expandido a otras naciones. Haití es una de ellas, donde diez niños fueron asesinados la semana pasada sin compasión.
 
En República Dominicana no se han llegado a las barbaries que se registran en los países mencionados, no obstante ha aumentado el número de niños que “se la buscan” de una manera u otra para poder subsistir ganándose el repudio de quienes se ven afectados.
Los niños de la calle son la alta expresión de la marginalidad social, ni su vida, ni su muerte le importa a la sociedad que lo desaparece, ya que es más fácil eliminarlos que crear mecanismos para regenerarlos.
 Los niños de la calle son, por un lado, el resultado de la falta de valores y oportunidades en las sociedades de América Latina que llevan a los padres, sin esperanzas, a desamparar sus hijos. Por otro lado, la falta de conciencia y responsabilidad de los padres permite que los hijos se desarrollen sin su cuidado y protección y la sociedad hace caso omiso de esto. Bajo esa situación se crea el ambiente propicio para que los niños se dediquen a actividades delictivas e inmorales.
 
  El país debe evitar que este mal trascienda a las dimensiones que ha alcanzado en otros países. Todavía estamos a tiempo de corregir los errores. El estado y las organizaciones que representan la sociedad dominicana deben crear un plan que involucre a los niños marginados. Ese plan debe contemplar: la construcción verdaderos centros de protección y programas que concienticen a los padres de sus responsabilidades y obligaciones hacia sus hijos. Trabajemos, con ahínco para que estos niños puedan vivir en un verdadero hogar.
 

   EL texto. Los niños de la calle

 
El desamparo y la indefensión de la niñez es un fenómeno de las últimas décadas en América Latina. Todos los días, los cables internacionales nos traen reportajes sobre las masacres horren¬das de niños sin hogares, o niños de la calle como se les ha llamado. Brasil, Colombia, Argentina, Bolivia y Perú son escenarios cotidianos de persecución y muerte de los niños y niñas indefensos. En algunos de esos países hasta se han organizado bandas de exterminio. Bandas que son financiadas por empresarios y personas de poder, alegando que los niños de 7a calle son instrumentos de los delincuentes. Recientemente, el fenómeno del exterminio de los niños llegó hasta Haití. En la semana pasada, más de diez niños pordioseros fueron brutalmente asesinados en diferentes puntos de ese país. En República Dominicana, el fenómeno no ha experimentado el dramatismo que lo ha caracterizado en las principales ciuda¬des suramericanas y haitianas. Sin embargo, cada vez es mayor la cantidad de niños que `viven", o padecen la vida, en las alcantarillas de Santo Domingo. Viven como ratas nocturnas. De noche invaden los sectores próximos al malecón. Buscan en zafacones. Piden a los clientes que degustan sus manjares en restaurantes, cafeterías y colmados. Hurtan a los despreveni-dos. Son una plaga humana. Presas fáciles de perversos. Poten¬ciales criminales. Están exiliados de la condición humana. La sociedad los mira con indiferencia, ¡y hasta con repulsión! Los niños de la calle son la máxima expresión de la marginalidad social, son los parias, los sin nombres, ni dolientes, ni defensores. Su vida ni su muerte causan impacto en la sociedad. La misma sociedad que los produce, los extermina. Porque es más fácil eliminarlos que alimentarlos, vestirlos, educarlos, cuidarlos o regenerarlos. Porque es más fácil invertir en asesinos a sueldos que en instituciones de protección a la niñez. Porque es más fácil culpar a las víctimas que atacar el mal en sus raíces. El ejército de niños que deambulan, sin hogar, sin parientes y sin mañana, por las principales ciudades de los países de América, son el resultado de la falta de oportunidad, de concien¬cia y de responsabilidad. La miseria que producen el desempleo y la injusticia en la distribución de las riquezas, compelen a muchos "padres" a aplicar la ley de "sálvese el que pueda". Abandonan a sus niños. O los mantienen en condiciones tan deplorables, que éstos dejan el "hogar" voluntariamente. En otras oportunidades, la falta de conciencia de los padres es la causa de la tragedia. Los progenitores se comportan como ani¬males reproductores, pero no saben ser padres. Entonces, loe hijos son "cosas" secundarias en su vida. No hay conciencia deis paternidad. Los hijos crecen solos, en la casa o en la calle, pero solos. La sociedad y el Estado, se ponen vendas y sordinas para no ver la injusticia que simbolizan esos cuerpos famélicos llenos de andrajos; y para no oír el grito de piedad que brota en cada intento fallido de conseguir algo para comer (o para fumar). Esa vida sin orientación ni protección es terreno fértil para la perversión y la delincuencia. Esos niños sin mañana no tienen alternativas. E1 estiércol es su hábitat. No conocen códigos morales, delinquir o morir es su dilema. La elección es obvia. La única manera de romper el ocio es entregarse a los vicios. Degradan sus cuerpos. La diversión sana, convencional no está a su alcance, por lo que buscan el entretenimiento con lo que tienen a su alcance: sus propios cuerpos. El Estado y la sociedad dominicanos no pueden esperar que el problema alcance el dramatismo que ha alcanzado en Brasil, Colombia. Bolivia, Argentina, Haití, etc. Todavía en República Dominicana estamos a tiempo de erradicar la fuente del mal. Pero no eliminando a las víctimas, que es el camino más fácil, pero más cruel e irresponsable, El Estado y las organizaciones representativas de la sociedad dominicana deben formular un plan que incluya a los niños de la calle y las causas que generan esa injusticia. El plan referido debe contemplar la construcción de centros de protección a la niñez desvalida, donde los niños sin hogares reciban alimentación adecuada, formación hogareña, urbanis¬mo, educación escolar, diversión, etc. Propongo verdaderos centros de protección a la niñez. Nomás propuestas que más bien se convierten en pretexto para amasar fortuna o para viabilizar proyectos políticos. ¡Basta de explotar la miseria de la gente! También se deben contemplar programas para concientizar a las personas de su responsabilidad como padres y como ma¬dres. Una escuela de padres no estaría mal. La radio y la televisión podrían ceder espacios para que la escuela de padres funcione con la modalidad de educación a distancia. Sin dudas que las iglesias brindaría su apoyo al proyecto que estoy proponiendo. Los niños tienen derecho a una niñez y a una adultez sana física y moralmente. Es responsabilidad de nosotros los adultos luchar para brindarles a todos 1a oportunidad de ser personas útiles a la sociedad. Luchemos todos desde nuestras trincheras para que un cálido y pulcro hogar sustituya las pútridas guaridas de los niños de la calle. (B.G)