sábado, 23 de febrero de 2013

EL MORFEMA DESDE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA


 

   
                                      Introducción
 Tradicionalmente se ha considerado la palabra como unidad mínima de la lengua. Muchos lingüistas se dejaron persuadir por esta concepción griega, sin embargo, se ha demostrado que existe otra unidad más pequeña de la lengua que posee significado: el morfema.

 Lingüistas como Hockett, Rocas, García Molina y otros  tratan el tema en cuestión aportando sus puntos de vistas.

  Ahora bien. ¿Están de acuerdo estos  lingüistas  en cuanto al tratamiento  que debe dársele a esta unidad?  ¿Tratan el tema con igual profundidad?  ¿Lo designan con el mismo nombre? Trataré de dar respuestas a estas y otras interrogantes en el ensayo sobre el morfema que presento a continuación.

 
El morfema.


El morfema es tratado desde diferentes puntos de vista, su conceptualización y estudio depende de la escuela lingüística que lo presente. A continuación presentamos las consideraciones de algunos lingüistas con relación al tema mencionado.

     José Roca Pons, en su libro ¨Introducción a la gramática¨ no nos ofrece una visión del todo clara de la concepción que tiene del morfema. Se centra, principalmente, en presentar las ideas  de los lingüistas americanos y los europeos con relación al tema.

     Señala que la lingüística europea divide la forma gramatical (entiendo que se refiere a la palabra) en semantemas y morfemas. Los semantemas, dice, ¨son los elementos lingüísticos o gramaticales que expresan una idea o representación léxica¨ y por morfema entiende ¨los portadores de una significación más general y abstracta, que corresponden a lo que tradicionalmente ha venido llamándose los accidentes del nombre y del verbo o, en un sentido más general, se extiende a toda clase de derivativo, obtenidos  por afijos, etc.¨ Considera a estos dos elementos, no importando el punto de partida, como portadores de significados. Para afianzar su postura presenta la idea que tiene  Vendryes (Lingüista francés. Profesor de la Sorbona y director de estudios de filología céltica en la Escuela de Altos Estudios) en su obra ¨Le Languaje¨  así como la de Hjelmslen  y otros lingüistas tanto europeos como americanos.

       Podemos ver entonces, que el semantema que presenta Roca coincide con el concepto de morfema lexical que tenemos nosotros y el morfema propiamente dicho,  con el morfema gramatical. De este modo, no pone en contradicción el punto de vista americano y el europeo con relación a la unidad mínima significativa, solo podemos apreciar una diferencia de nombres. El mismo señala: ¨Tal como hemos visto más arriba, por morfema se entiende, entonces, la unidad mínima significativa¨ refiriéndose a los distintos nombre con que se designa este concepto que al final realiza la misma función y posee las mismas características.

       Por otro lado, presenta las diferencias entre semantemas y morfemas; estos últimos, ¨ afectan  ciertas categorías  generales y abstractas-género, etc.  O en un sentido más amplio, determinadas clases de nombres o verbos¨ mientras que lo semantemas¨ expresan por una parte concretos léxicos, y por la otra, a ciertas categorías generales también como el sustantivo y el adjetivo¨.

       Podemos ver aquí una diferenciación parecida a la que nosotros hacemos ente morfema lexical  y morfema gramatical, en lo que no estoy de acuerdo, es en que lo semantemas se opongan a los morfemas, como él señala, mas bien, entiendo que se complementan ya que ambos son portadores de significados y se reclaman entre sí para expresar un una idea completa, claro, que lo morfemas libres no necesitan un morfema gramatical  trabado para tener toda su carga semántica, pero no son la mayoría.

 

         Para los lingüistas Bartolo García Molina, Julio de los Santos y Rafael Núñez el morfema es toda unidad lingüística poseedora   de alguna carga significativa o poseedora de un contenido informativo. Dicen: el morfema es una unidad significativa que siempre tendrá como propósito ofrecer informaciones,  (subrayado mío), vinculadas a la estructura formal de la palabra o a los aspectos funcionales de la misma. Podemos ver aquí un elemento nuevo o por lo menos no visto en las demás definiciones y es la capacidad informativa que le atribuyen estos autores al morfema. Estoy de acuerdo con ellos en este sentido, aunque entiendo que la mayor capacidad informativa la poseen los morfemas gramaticales flexivos y derivativos. Aunque el morfema lexical también nos da información, por poseer la mayor carga semántica, creo que se presta más para expresar el significado del morfema que para dar una información.

       Desde otro ángulo estos autores sostienen que algunos morfemas lexicales y gramaticales pueden constituirse en palabras por estar formado por un solo morfema, es decir, poseen una estructura monomorfemática, sin embargo advierten que en unos casos pueden ser palabras y en otros morfemas, todo depende de cómo se le dé el tratamiento, por ejemplo, será un morfema si se estudia como el lexema: veamos la palabra arbolito, en este sentido, al hacer el análisis morfemático (árbol-ito), árbol constituye el morfema lexical. Pero si aparece como núcleo del sujeto en una oración será una palabra (El árbol perdió sus hojas). Se puede decir, que en oposición a estos morfemas están aquellos que por sí sólo no pueden constituirse en palabras, sino que necesitan de otros morfemas (lexicales o gramaticales) para expresar un significado completo, es decir, son palabras polimorfemática.

 Clasifican los morfemas atendiendo a los siguientes criterios:

 a) Si son portadores o no de una carga semántica o conceptual: Lexemas y gramemas.

Siendo los lexemas¨ los portadores de los aspectos conceptuales básicos de cada palabra¨ y los gramemas,¨ morfemas no portadores de la base significativa de la palabra¨

 

b) Si presentan capacidad para constituirse o no en palabras por sí sólos: Libres o independientes y trabados o dependientes.

Son libres todos aquellos que no necesitan otro u otros morfemas para constituir palabras, o sea, los monomorfemáticos tratados más arriba, y trabados, los que necesitan unirse a otro u otros para constituir palabras. En este caso se refieren a las polimorfemáticas, tratadas también aquí.

 

 

 

c) Si poseen capacidad para formar familias de palabras: derivativos.

Son morfemas derivativos aquellos que aplicados a un determinado lexema, ofrecen matices o familias de palabras, teniendo como base conceptual el mismo morfema. D este modo se clasifican de la siguiente manera: de oficio, gentilicio, afectivo, despectivo diminutivo, colectivo, etc.

 

d) Si representan variaciones en la estructura léxica indicando marcas gramaticales o accidentales: flexivos o gramemas.

Son los que aplicados a un determinado lexema facilitan matices funcionales del mismo en el ejercicio del proceso de comunicación, es decir, Marcan relaciones gramaticales y accidentes gramaticales entre los diferentes participantes de una acción verbal o expresión nominal.

 

Indican el número, género, grado, modo, tiempo vocal temática persona, infinitivo, participio y gerundio de sustantivos, verbos y adjetivos  que son los tipos de palabras que poseen estos morfemas.

 

        Podemos ver que en los morfemas derivativos se incluye el diminutivo, entiendo que a partir del diminutivo no se forma una nueva palabra sino que se expresa la misma sólo que en reducción del tamaño real que tiene, por lo que no creo que este morfema gramatical deba incluirse en la categoría de derivativo sino más bien, en el de flexivo por lo antes señalado.

 

 Para Hockett, ¨los morfemas son los elementos mínimos con significado individual de las emisiones de una lengua¨ Entiendo que ¨emisiones de una lengua¨ es un segmento de la cadena hablada como una oración o una frase. También le agrega a esta definición más adelante: ¨que siempre se presenta exactamente con la misma configuración fonética¨

 

       Atendiendo a las interrogantes que se hace y los ejemplos que da, para que un trozo (como él le llama a una palabra o una parte de esta) pueda considerarse una forma gramatical debe aparecer con significados parecidos en otras palabras, de lo contrario no es un morfema, aunque plantea que por el hecho de aparecer con el mismo significado no necesariamente corresponde a un solo morfema.

 

       Podemos adelantar que para Hockett hay dos tipos de morfemas: aquellos que poseen una sola forma gramatical y los que paseen más de una. Entiendo  que los que poseen una sola forma gramatical coinciden con los que nosotros llamamos morfemas libre y los que tienen más de una con los que llamamos trabados. 

 

      Ahora bien, bajo cuáles criterios entiende que hay dos tipos de morfemas. Veamos:

Si una forma se puede descomponer en fragmentos más pequeños y aparecen por separados en otras emisiones con el mismo significado aproximadamente, de modo tal que el significado de toda la forma tenga alguna relación con el de los fragmentos más pequeños, la forma consta de más de un morfema, es decir es un morfema compuesto, en caso contrario, la forma consta de un solo  morfema. Entiéndase que por forma puede referirse a una palabra o una parte de ella.

 

         Hasta aquí no se nos presenta ningún inconveniente con la postura de  Hockett. Los dos tipos de morfemas bien se pueden sustituir, como ya dijimos, por lo que nosotros conocemos como morfemas libres y trabados, pero él plantea la existencia de otro morfema al que llama único.

¿Cómo se forma este morfema? Será único un morfema que aunque no figure en otro contexto, salvo en el de la palabra a que pertenece, por sí solo tiene un significado. Nos presenta el ejemplo de la palabra sólidos  la cual se puede descomponer en dos morfemas que pueden aparecer con el mismo significado en otras oraciones (sólido- s)  pero si dividimos el morfema sólido, como es de suponer, en sol-ido, sol no aparecería en ninguna otra emisión con significado parecido, su significado, tal como se presenta en esta palabra, está restringido a esa combinación. (Vemos aquí que sol no cumple con los requisitos para ser un morfema según las pruebas implementadas por Hockett por medio de interrogantes).

Este es un inconveniente que resuelve con facilidad: entiende que sol, independientemente de lo dicho anteriormente, tiene un significado ¨ lo que se hace en tales circunstancias es reconocer el elemento en cuestión como un morfema de un tipo, en cierto modo especial.

 

       Como vemos, Hockett incluye otro tipo de morfema que de ningún modo debemos confundir con el concepto de morfema libre que tenemos, el morfema libre puede ser monomorfemático,  y por ende constituirse en palabra,  en tanto aparezca solo, ejemplo, como núcleo del sujeto en una oración pero si aparece ligado a otro morfema para formar una nueva palabra, deja de serlo. El morfema único, en cambio, sólo puede aparecer en una palabra y jamás en otra con el mismo significado.

 

 

Bernard Pottier.

        Para referirse al morfema, este autor parte de la lexía, entendiéndose ésta como ¨la unidad lexical memorizada¨ de este modo se pueden distinguir tres tipos de lexías: simples, complejas o estables y textuales. Entiendo que son simples la palabras monomorfemáticas; complejas, las palabras derivadas y textuales, las frase hechas formadas por dos o más lexemas independientes.

 

 

        De un modo más general, reduce el número de lexía a dos: ¨ las que poseen uno o varios morfemas lexicales acompañados de morfemas gramaticales y las que están compuestas sólo por morfemas gramaticales¨

 

       Podemos observar que para este autor el concepto de lexía abraca sólo a la palabra y a los morfemas gramaticales que nosotros  llamamos libres y que por si sólo se constituyen en palabras. Partiendo de estas consideraciones, los morfemas vienen a ser los componentes de las lexías, especialmente de las simples y las complejas ya que las lexías textuales están formadas por dos o más  palabra y a cada una puede hacérsele un análisis morfemático por separado.

 

     Reconoce dos tipos de morfemas: los lexicales, que ¨se puede conmutar con un número muy elevado y no definido de otros morfemas¨, y los gramaticales, que sólo ¨se pueden  conmutar con un número restringido y definido de morfemas.¨  ¨Los morfemas gramaticales pueden  estar obligatoriamente ligados a un morfema lexical o estar libres.

 

Por otro lado, el autor nos explica cómo se forman las palabras con morfemas lexicales. Para esto nos señala los diferentes tipos de morfemas gramaticales que se añaden a los lexemas para formar nuevas palabras.

Veamos:

-Morfemas gramaticales semiautónomos: millonario- superhombre…

- Morfemas gramaticales cuantitativos integrados. Con in y re: indescriptible- rebién.

-Morfemas gramaticales cuantitativos que corresponden a los relatores: sobrecarga-encajar-demostrar.

-Morfemas gramaticales de aspectos: grabador-papelería.

-Morfemas gramaticales cuantitativos (diminutivo y aumentativo).

-Morfemas gramaticales de concordancia: comería-n –amable-s

 

Pottier nos ofrece una clasificación de los morfemas gramaticales atados, que si la comparamos con la que hace Bartolo García, dejaría mucho que desear ya que García nos presenta una clasificación más exhaustiva y organizada.

 

Jesús Collado.

Para este autor el morfema es la mínima unidad abstracta dotada de sentido, la forma mínima significante que no admite división sin que destruya o altere el significado.

          El morfema es siempre una clase de morfo, entendiéndose por morfo, cualquier segmento de la cadena hablada que tenga significación, sin embargo, ve un inconveniente en la descripción donde morfema se refiere a la clase o tipo y morfo a la unidad concreta.

 

        Por otra parte expresa que los morfemas pueden ser silábicos o no; es decir pueden estar formados por una o varias silabas o sólo por un fonema como es el caso de la  s marca del plural.

 

        Divide los morfemas en libres y ligados. Considera libre aquellos que se pueden emplear solos por tener sentido completo. Entiendo que se refiere a los morfemas lexicales y gramaticales con capacidad de constituirse por sí solos en palabra; o sea, los monomorfemáticos. Los ligados son aquellos que sólo pueden emplearse en unión con otro libre o en combinación con morfemas libres. En este caso Los morfemas ligados serian las flexiones y derivaciones que él llama prefijos, infijos y sufijos.

 

          Vemos que Collado se limita a presentar los morfemas bajo un solo criterio, por lo que podemos deducir que para él son libres todos los morfemas lexicales constituyan o no palabras. Me explico: Si tenemos el morfema lexical niñ-o, este también sería libre ya que presenta como trabados sólo los prefijos infijos y sufijos.

 

         Los lexemas son tratados de manera independiente por este autor, los considera como ¨las distintas clases de unidades significativas de sentido completo capaces de funcionar morfológicamente con independencia de otra u otras unidades significativas¨. Los lexemas se materializan en el discurso mediante unidades concretas llamadas lexos; por lexo entendemos ¨cada uno de los morfos que tienen sentido completo y que pueden funcionar así en el idioma es lo que más arriba hemos llamado morfos libres¨ ¨Un lexo puede constar de uno o más morfos; cuando consta de varios morfos, es que ninguno de estos es libre.

 

         Si los lexos son cada uno de los morfos que tiene sentido completo, (es decir, no necesitan de ninguna otra estructura para expresar un significado completo) y coinciden con lo que él llama morfema libre ¿Por qué cuando un lexo está formado por varios morfos ninguno de estos son libres? Podré estar errado pero entiendo que aquí hay una contradicción.

 

 
Conclusión

        El morfema es la unidad mínima de la lengua con significado. Así lo demuestran los autores tratados en este ensayo a través de sus ponencias no importando el nombre con se trate (semantema, morfema…).

        Desde otro ángulo, estoy de acuerdo con Bartolo García y otros en cuanto al carácter informativo que le atribuyen al morfema. No puedo negar que el morfema, desde el punto de vista del discurso, ofrece informaciones tales como el género, el tiempo, el grado…Ahora bien, pudimos ver que García y otros incluyen el diminutivo dentro de los morfemas gramaticales derivativos como si al agregarle este sufijo a una palabra se forma una nueva y no es así, el diminutivo, como su nombre lo indica, al agregarlo a un morfema lexical nos presenta la misma palabra, sólo que reducida de tamaño, por lo que no estoy de acuerdo que se trate de un morfema derivativo, sino mas bien, de uno flexivo ya que el significado de la palabra no se altera.

    La misma observación puede hacérsele a Pottier que incluye el diminutivo entre los morfemas gramaticales cuantitativos (son cuantitativos solo el diminutivo y el aumentativo)   García incluye estos dos dentro de los derivados y aunque Pottier no hace referencia, por lo menos no con el mismo nombre, a los gramemas flexivos más bien el diminutivo encajaría en los que él llama morfemas gramaticales de concordancia.

 

  Por otra parte, Hockett plantea la existencia de un morfema único, como vimos. No estoy en total desacuerdo con él, pero los ejemplos del español que utiliza para justificar el morfema único (moche, troche, barlo, etc.) son poco comunes en habla, por lo que su uso, si no ha desaparecido, es muy limitado. Al no emplear otros ejemplos, me hace pensar que el inventario de estos morfemas es muy limitado o ya no existen en el habla. Esto me hace llegar a la conclusión de si debemos o no incluir estos morfemas en análisis morfemático.

 

 Bibliografía

 

 

 

García, Bartolo; De los Santos, Julio (2003) Morfosintaxis Funcional del Español. Editora Surco, Santo Domingo.

 

 
Hockett, Charles (1979) Cuso de Lingüística Moderna

Editora universitaria, Cuba.

 

 
Pottier, Bernard (1975) Gramática del Español.

Ediciones Acalá, Madrid.

 

 
Roca Pons, José (1986) Introducción a la Gramática.

Ediciones Revolucionaria, Cuba.

 

 
Collado, Jesús Antonio (1974) Fundamentos de Lingüística General

Editorial Gredos, Madrid.

 

 

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