Introducción
Tradicionalmente
se ha considerado la palabra como unidad mínima de la lengua. Muchos lingüistas
se dejaron persuadir por esta concepción griega, sin embargo, se ha demostrado
que existe otra unidad más pequeña de la lengua que posee significado: el
morfema.Lingüistas como Hockett, Rocas, García Molina y otros tratan el tema en cuestión aportando sus puntos de vistas.
El morfema es tratado desde diferentes puntos de vista, su conceptualización y estudio depende de la escuela lingüística que lo presente. A continuación presentamos las consideraciones de algunos lingüistas con relación al tema mencionado.
José Roca Pons, en su libro ¨Introducción a la
gramática¨ no nos ofrece una visión del todo clara de la concepción que tiene
del morfema. Se centra, principalmente, en presentar las ideas de los lingüistas americanos y los europeos
con relación al tema.
Señala que
la lingüística europea divide la forma gramatical (entiendo que se refiere a la
palabra) en semantemas y morfemas. Los semantemas, dice, ¨son los elementos
lingüísticos o gramaticales que expresan una idea o representación léxica¨ y
por morfema entiende ¨los portadores de una significación más general y
abstracta, que corresponden a lo que tradicionalmente ha venido llamándose los
accidentes del nombre y del verbo o, en un sentido más general, se extiende a
toda clase de derivativo, obtenidos por
afijos, etc.¨ Considera a estos dos elementos, no importando el punto de
partida, como portadores de significados. Para afianzar su postura presenta la
idea que tiene Vendryes (Lingüista francés.
Profesor de la Sorbona y director de estudios de filología céltica en la
Escuela de Altos Estudios) en su obra ¨Le Languaje¨ así como la de Hjelmslen y otros lingüistas tanto europeos como
americanos.
Podemos
ver entonces, que el semantema que presenta Roca coincide con el concepto de
morfema lexical que tenemos nosotros y el morfema propiamente dicho, con el morfema gramatical. De este modo, no
pone en contradicción el punto de vista americano y el europeo con relación a
la unidad mínima significativa, solo podemos apreciar una diferencia de
nombres. El mismo señala: ¨Tal como hemos visto más arriba, por morfema se
entiende, entonces, la unidad mínima significativa¨ refiriéndose a los
distintos nombre con que se designa este concepto que al final realiza la misma
función y posee las mismas características.
Por otro
lado, presenta las diferencias entre semantemas y morfemas; estos últimos, ¨
afectan ciertas categorías generales y abstractas-género, etc. O en un sentido más amplio, determinadas
clases de nombres o verbos¨ mientras que lo semantemas¨ expresan por una parte
concretos léxicos, y por la otra, a ciertas categorías generales también como
el sustantivo y el adjetivo¨.
Podemos
ver aquí una diferenciación parecida a la que nosotros hacemos ente morfema
lexical y morfema gramatical, en lo que
no estoy de acuerdo, es en que lo semantemas se opongan a los morfemas, como él
señala, mas bien, entiendo que se complementan ya que ambos son portadores de
significados y se reclaman entre sí para expresar un una idea completa, claro,
que lo morfemas libres no necesitan un morfema gramatical trabado para tener toda su carga semántica,
pero no son la mayoría.
Para
los lingüistas Bartolo García Molina,
Julio de los Santos y Rafael Núñez
el morfema es toda unidad lingüística poseedora de alguna carga significativa o poseedora de
un contenido informativo. Dicen: el morfema es una unidad significativa que
siempre tendrá como propósito ofrecer
informaciones, (subrayado mío),
vinculadas a la estructura formal de la palabra o a los aspectos funcionales de
la misma. Podemos ver aquí un elemento nuevo o por lo menos no visto en las
demás definiciones y es la capacidad informativa que le atribuyen estos autores
al morfema. Estoy de acuerdo con ellos en este sentido, aunque entiendo que la
mayor capacidad informativa la poseen los morfemas gramaticales flexivos y
derivativos. Aunque el morfema lexical también nos da información, por poseer
la mayor carga semántica, creo que se presta más para expresar el significado
del morfema que para dar una información.
Desde
otro ángulo estos autores sostienen que algunos morfemas lexicales y
gramaticales pueden constituirse en palabras por estar formado por un solo
morfema, es decir, poseen una estructura monomorfemática, sin embargo
advierten que en unos casos pueden ser palabras y en otros morfemas, todo
depende de cómo se le dé el tratamiento, por ejemplo, será un morfema si se
estudia como el lexema: veamos la palabra
arbolito, en este sentido, al hacer el análisis morfemático (árbol-ito),
árbol constituye el morfema lexical. Pero si aparece como núcleo del sujeto en
una oración será una palabra (El árbol perdió sus hojas). Se puede decir, que
en oposición a estos morfemas están aquellos que por sí sólo no pueden
constituirse en palabras, sino que necesitan de otros morfemas (lexicales o
gramaticales) para expresar un significado completo, es decir, son palabras
polimorfemática.
Clasifican los
morfemas atendiendo a los siguientes criterios:
a) Si son portadores o no de una carga
semántica o conceptual: Lexemas y gramemas.
Siendo los lexemas¨ los portadores de los aspectos
conceptuales básicos de cada palabra¨ y los gramemas,¨ morfemas no portadores
de la base significativa de la palabra¨
b) Si presentan capacidad para
constituirse o no en palabras por sí sólos: Libres o independientes y trabados
o dependientes.
Son libres todos aquellos que no necesitan otro u
otros morfemas para constituir palabras, o sea, los monomorfemáticos tratados
más arriba, y trabados, los que necesitan unirse a otro u otros para constituir
palabras. En este caso se refieren a las polimorfemáticas, tratadas también
aquí.
c) Si poseen capacidad para
formar familias de palabras: derivativos.
Son morfemas derivativos aquellos que aplicados a un
determinado lexema, ofrecen matices o familias de palabras, teniendo como base
conceptual el mismo morfema. D este modo se clasifican de la siguiente manera:
de oficio, gentilicio, afectivo, despectivo diminutivo, colectivo, etc.
d) Si representan variaciones en
la estructura léxica indicando marcas gramaticales o accidentales: flexivos
o gramemas.
Son los que aplicados a un determinado lexema
facilitan matices funcionales del mismo en el ejercicio del proceso de
comunicación, es decir, Marcan relaciones gramaticales y accidentes
gramaticales entre los diferentes participantes de una acción verbal o
expresión nominal.
Indican el número, género, grado, modo, tiempo vocal
temática persona, infinitivo, participio y gerundio de sustantivos, verbos y
adjetivos que son los tipos de palabras
que poseen estos morfemas.
Podemos
ver que en los morfemas derivativos se incluye el diminutivo, entiendo que a
partir del diminutivo no se forma una nueva palabra sino que se expresa la
misma sólo que en reducción del tamaño real que tiene, por lo que no creo que
este morfema gramatical deba incluirse en la categoría de derivativo sino más
bien, en el de flexivo por lo antes señalado.
Para Hockett, ¨los morfemas son los elementos
mínimos con significado individual de las emisiones de una lengua¨ Entiendo que
¨emisiones de una lengua¨ es un segmento de la cadena hablada como una oración
o una frase. También le agrega a esta definición más adelante: ¨que siempre se
presenta exactamente con la misma configuración fonética¨
Atendiendo
a las interrogantes que se hace y los ejemplos que da, para que un trozo (como
él le llama a una palabra o una parte de esta) pueda considerarse una forma
gramatical debe aparecer con significados parecidos en otras palabras, de lo
contrario no es un morfema, aunque plantea que por el hecho de aparecer con el
mismo significado no necesariamente corresponde a un solo morfema.
Podemos
adelantar que para Hockett hay dos tipos de morfemas: aquellos que poseen una
sola forma gramatical y los que paseen más de una. Entiendo que los que poseen una sola forma gramatical
coinciden con los que nosotros llamamos morfemas libre y los que tienen más de
una con los que llamamos trabados.
Ahora
bien, bajo cuáles criterios entiende que hay dos tipos de morfemas. Veamos:
Si una forma se puede descomponer en fragmentos más
pequeños y aparecen por separados en otras emisiones con el mismo significado
aproximadamente, de modo tal que el significado de toda la forma tenga alguna
relación con el de los fragmentos más pequeños, la forma consta de más de un
morfema, es decir es un morfema compuesto, en caso contrario, la forma consta
de un solo morfema. Entiéndase que por
forma puede referirse a una palabra o una parte de ella.
Hasta
aquí no se nos presenta ningún inconveniente con la postura de Hockett. Los dos tipos de morfemas bien se
pueden sustituir, como ya dijimos, por lo que nosotros conocemos como morfemas
libres y trabados, pero él plantea la existencia de otro morfema al que llama
único.
¿Cómo se forma este morfema? Será único un morfema que
aunque no figure en otro contexto, salvo en el de la palabra a que pertenece,
por sí solo tiene un significado. Nos presenta el ejemplo de la palabra sólidos
la cual se puede descomponer en dos
morfemas que pueden aparecer con el mismo significado en otras oraciones
(sólido- s) pero si dividimos el morfema
sólido, como es de suponer, en sol-ido, sol no aparecería en
ninguna otra emisión con significado parecido, su significado, tal como se
presenta en esta palabra, está restringido a esa combinación. (Vemos aquí que
sol no cumple con los requisitos para ser un morfema según las pruebas
implementadas por Hockett por medio de interrogantes).
Este es un inconveniente que resuelve con facilidad:
entiende que sol, independientemente de lo dicho anteriormente, tiene un
significado ¨ lo que se hace en tales circunstancias es reconocer el elemento
en cuestión como un morfema de un tipo, en cierto modo especial.
Como
vemos, Hockett incluye otro tipo de morfema que de ningún modo debemos
confundir con el concepto de morfema libre que tenemos, el morfema libre puede
ser monomorfemático, y por ende
constituirse en palabra, en tanto
aparezca solo, ejemplo, como núcleo del sujeto en una oración pero si aparece
ligado a otro morfema para formar una nueva palabra, deja de serlo. El morfema
único, en cambio, sólo puede aparecer en una palabra y jamás en otra con el
mismo significado.
Bernard Pottier.
Para
referirse al morfema, este autor parte de la lexía, entendiéndose ésta como ¨la
unidad lexical memorizada¨ de este modo se pueden distinguir tres tipos de
lexías: simples, complejas o estables y textuales. Entiendo que son simples la
palabras monomorfemáticas; complejas, las palabras derivadas y textuales, las
frase hechas formadas por dos o más lexemas independientes.
De un
modo más general, reduce el número de lexía a dos: ¨ las que poseen uno o
varios morfemas lexicales acompañados de morfemas gramaticales y las que están
compuestas sólo por morfemas gramaticales¨
Podemos
observar que para este autor el concepto de lexía abraca sólo a la palabra y a
los morfemas gramaticales que nosotros
llamamos libres y que por si sólo se constituyen en palabras. Partiendo
de estas consideraciones, los morfemas vienen a ser los componentes de las
lexías, especialmente de las simples y las complejas ya que las lexías
textuales están formadas por dos o más
palabra y a cada una puede hacérsele un análisis morfemático por
separado.
Reconoce
dos tipos de morfemas: los lexicales, que ¨se puede conmutar con un número muy
elevado y no definido de otros morfemas¨, y los gramaticales, que sólo ¨se
pueden conmutar con un número
restringido y definido de morfemas.¨ ¨Los morfemas gramaticales pueden estar obligatoriamente ligados a un morfema
lexical o estar libres.
Por otro lado, el autor nos explica cómo se forman las
palabras con morfemas lexicales. Para esto nos señala los diferentes tipos de
morfemas gramaticales que se añaden a los lexemas para formar nuevas palabras.
Veamos:
-Morfemas gramaticales semiautónomos: millonario-
superhombre…
- Morfemas gramaticales cuantitativos integrados. Con
in y re: indescriptible- rebién.
-Morfemas gramaticales cuantitativos que corresponden
a los relatores: sobrecarga-encajar-demostrar.
-Morfemas gramaticales de aspectos:
grabador-papelería.
-Morfemas gramaticales cuantitativos (diminutivo y
aumentativo).
-Morfemas gramaticales de concordancia: comería-n
–amable-s
Pottier nos ofrece una clasificación de los morfemas
gramaticales atados, que si la comparamos con la que hace Bartolo García,
dejaría mucho que desear ya que García nos presenta una clasificación más
exhaustiva y organizada.
Jesús Collado.
Para este autor el morfema es la mínima unidad
abstracta dotada de sentido, la forma mínima significante que no admite
división sin que destruya o altere el significado.
El morfema es siempre una clase de morfo,
entendiéndose por morfo, cualquier segmento de la cadena hablada que tenga
significación, sin embargo, ve un inconveniente en la descripción donde morfema
se refiere a la clase o tipo y morfo a la unidad concreta.
Por otra
parte expresa que los morfemas pueden ser silábicos o no; es decir pueden estar
formados por una o varias silabas o sólo por un fonema como es el caso de la s marca del plural.
Divide
los morfemas en libres y ligados. Considera libre aquellos que se pueden
emplear solos por tener sentido completo. Entiendo que se refiere a los
morfemas lexicales y gramaticales con capacidad de constituirse por sí solos en
palabra; o sea, los monomorfemáticos. Los ligados son aquellos que sólo pueden
emplearse en unión con otro libre o en combinación con morfemas libres. En este
caso Los morfemas ligados serian las flexiones y derivaciones que él llama
prefijos, infijos y sufijos.
Vemos
que Collado se limita a presentar los morfemas bajo un solo criterio, por lo
que podemos deducir que para él son libres todos los morfemas lexicales
constituyan o no palabras. Me explico: Si tenemos el morfema lexical niñ-o,
este también sería libre ya que presenta como trabados sólo los prefijos
infijos y sufijos.
Los
lexemas son tratados de manera independiente por este autor, los considera como
¨las distintas clases de unidades significativas de sentido completo capaces de
funcionar morfológicamente con independencia de otra u otras unidades
significativas¨. Los lexemas se materializan en el discurso mediante unidades
concretas llamadas lexos; por lexo entendemos ¨cada uno de los morfos que
tienen sentido completo y que pueden funcionar así en el idioma es lo que más
arriba hemos llamado morfos libres¨ ¨Un lexo puede constar de uno o más morfos;
cuando consta de varios morfos, es que ninguno de estos es libre.
Si los
lexos son cada uno de los morfos que tiene sentido completo, (es decir, no
necesitan de ninguna otra estructura para expresar un significado completo) y
coinciden con lo que él llama morfema libre ¿Por qué cuando un lexo está
formado por varios morfos ninguno de estos son libres? Podré estar errado pero
entiendo que aquí hay una contradicción.
Conclusión
El morfema es la unidad mínima de la lengua con significado. Así lo
demuestran los autores tratados en este ensayo a través de sus ponencias no
importando el nombre con se trate (semantema, morfema…).
Desde
otro ángulo, estoy de acuerdo con Bartolo García y otros en cuanto al carácter
informativo que le atribuyen al morfema. No puedo negar que el morfema, desde
el punto de vista del discurso, ofrece informaciones tales como el género, el tiempo,
el grado…Ahora bien, pudimos ver que García y otros incluyen el diminutivo
dentro de los morfemas gramaticales derivativos como si al agregarle este
sufijo a una palabra se forma una nueva y no es así, el diminutivo, como su
nombre lo indica, al agregarlo a un morfema lexical nos presenta la misma
palabra, sólo que reducida de tamaño, por lo que no estoy de acuerdo que se
trate de un morfema derivativo, sino mas bien, de uno flexivo ya que el
significado de la palabra no se altera.
La misma
observación puede hacérsele a Pottier que incluye el diminutivo entre los
morfemas gramaticales cuantitativos (son cuantitativos solo el diminutivo y el
aumentativo) García incluye estos dos
dentro de los derivados y aunque Pottier no hace referencia, por lo menos no
con el mismo nombre, a los gramemas flexivos más bien el diminutivo encajaría
en los que él llama morfemas gramaticales de concordancia.
Por otra
parte, Hockett plantea la existencia de un morfema único, como vimos. No estoy
en total desacuerdo con él, pero los ejemplos del español que utiliza para
justificar el morfema único (moche, troche, barlo, etc.) son poco comunes en
habla, por lo que su uso, si no ha desaparecido, es muy limitado. Al no emplear
otros ejemplos, me hace pensar que el inventario de estos morfemas es muy
limitado o ya no existen en el habla. Esto me hace llegar a la conclusión de si
debemos o no incluir estos morfemas en análisis morfemático.
García, Bartolo; De los Santos, Julio (2003)
Morfosintaxis Funcional del Español. Editora Surco, Santo Domingo.
Editora universitaria, Cuba.
Ediciones Acalá, Madrid.
Ediciones Revolucionaria, Cuba.
Editorial Gredos, Madrid.
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